domingo, 15 de junio de 2008


Asomó tímidamente la mitad de su cuerpo

con el temor que acaricia

el verse pertenecer a otra realidad


Reconoció su piel

entonces no dudó mirar


De cuerpo entero frente allí,

reconoció sus manos, su pelo

y vio unos ojos, una mirada

que jamás había visto


fuerte, profunda, oscura

reflejando temor


Un temor que jamás había sentido

temor que hacía temblar sus labios.


Supo entonces que la corteza

de la realidad desnuda

no habría de quebrarse nunca sin espanto.