Y desperté
con un baldaso de agua hirviendo
y aterricé
con su palmada en la espalda.
Palabras
sonaban de un grabador,
un cassette que ya escuché
haciendo eco hace tiempo.
Veome hacer equilibrio
sobre la cuerda
sin red,
romper la cápsula
tocar mi piel, aún tibia.
mirar mis ojos
y ver que... hola! yo caminaba a tu lado.
Alquimia absurda,
volviendo plomo el oro.
caminar en círculo
cerrando los ojos.
El escudo que inventaste
desaparecerá pronto
ante tus propios ojos,
que ya tampoco creen en él.